Cómo el sedentarismo acelera la caída del cabello
Llevar una vida sedentaria es malo para la salud. La falta de ejercicio físico conlleva una serie de problemas que pueden desembocar en la obesidad y el riesgo cardiovascular. Pero no solamente eso. La falta de actividad física y el sedentarismo también pueden tener un efecto colateral: la calvicie.
Varios estudios han demostrado los vínculos entre llevar una vida sedentaria y quedarse calvo. Por sedentarias entendemos las actividades que las personas realizan estando sentadas o tumbadas -siempre despiertas- y que requieren un escaso gasto energético. Es el caso, por ejemplo, de mirar la tele.
En un estilo de vida sedentario predomina la inactividad física, o ausencia de ejercicio deportivo, aunque este sea moderado.
Según explica el Dr. Carlos Caballero, director médico de la clínica Insparya de Marbella, la vida sedentaria ya es, de por sí, un riesgo para nuestra salud capilar, “ya que dejamos de percibir beneficios del deporte”. Entre estos beneficios destaca la producción de serotonina que ayuda a combatir el estrés; pero también una mayor oxigenación del cuero cabelludo que activa la circulación sanguínea favoreciendo el crecimiento de los folículos pilosos.
Además, con el deporte también se eliminan las toxinas a través del cuero cabelludo, lo que contribuye a un correcto funcionamiento de los ciclos habituales de crecimiento y caída del pelo.
Si llevamos una vida sedentaria es más fácil sufrir complicaciones en la salud, y sufrir enfermedades que también pueden influir en la caída del cabello. El problema principal es la de la obesidad, “un factor fundamental del síndrome metabólico, que deriva en riesgo cardiovascular. La obesidad va asociada a un exceso de grasa corporal que, en el caso del cabello, daña el folículo piloso, y esto determina que la regeneración del ciclo de crecimiento del pelo se deteriore, provocando su caída”, explica el Dr. Caballero.
Un estudio reciente realizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de Barranquilla (Colombia), demuestra que el sedentarismo se ha incrementado con motivo de la pandemia, debido a las restricciones de movilidad. Esto se ha traducido en un mayor sobrepeso de la población. “No es que la inactividad haya generado un nuevo tipo de alopecia”, aclara el doctor, “sino que el eje sendentarismo-obesidad ha acelerado la alopecia en aquellas personas que ya tenían una predisposición genética a padecerla”.
Para prevenir la calvicie provocada por el sedentarismo y sus consecuencias, el especialista recomienda llevar una dieta equilibrada y baja en grasa, para evitar los factores de riesgo que causa la obesidad. Pero también es necesario combatir el sedentarismo practicando el ejercicio físico recomendado para cada tipo de persona y edad.
Para cuidar el cabello, se recomienda combatir el daño en el folículo con tratamientos como el PRP, que activa los folículos en fase de envejecimiento para que vuelvan a producir cabello con calidad y resistencia, o la mesoterapia MesoHAIR, que actúa directamente sobre las células capilares para nutrir el cuero cabelludo con un compuesto de proteínas, vitaminas, ácido hialurónico y minerales.
En cualquier caso, la mejor solución pasa por consultar a un profesional, que determinará el tratamiento más adecuado y detectará a tiempo el momento óptimo para practicar el injerto capilar, procedimiento más eficaz para combatir la calvicie.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.